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Fundador de la “Sociedad del Apostolado Católico” en 1835. Previsor y abierto, fue un verdadero adelantado del apostolado de los laicos en la Iglesia. Con genial intuición de los tiempos nuevos, supo trazar senderos que hoy nos resultan familiares, pero que en su tiempo fueron audaces desafíos, que sólo mentes privilegiadas como la suya saben lanzar a sus seguidores.
Nació en Roma en 1795. En 1804 frecuentó. Estudio en Colegio de S. Pantaleone de los Escolapios y luego, en 1807, Humanidades en el Colegio Romano. En 1814 siguió estudios de Filosofía y de Teología en la Sapienza, la Universidad de la Ciudad Eterna. En 1818 fue ordenado sacerdote en la Basílica Lateranense y terminó sus estudios con su Doctorado en la Sapienza, en Filosofía y Teología.
Siguió impartiendo clases de Dogmática en la Universidad como profesor adjunto. En 1825 inició su colaboración en la Escuela Nocturna de S. Nicolá degli Incoronati y multiplicó sus actividades apostólicas entre los jóvenes con el puesto de Director espiritual del Hogar para jóvenes obreros, del Canónigo Mucciolli.
En 1827 fue nombrado Director Espiritual del Seminario Romano. En 1833 fue designado Director interino de la Casa de Estudiantes del Colegio de Propaganda Fide. Ayudó a muchos jóvenes en su camino hacia el sacerdocio.
En 1835 diseñó la Sociedad del Apostolado Católico y fue nombrado encargado de la Iglesia del Espíritu Santo, o Iglesia de los Napolitanos. Allí promovió la Sociedad del Apostolado. Pronto sintió la necesidad de una Comunidad femenina para el apostolado. Y al poco tiempo reunió ya la rama femenina de la Obra.
En 1838 la Hermanas se encargaron del Orfanato de la "Pía Casa de la Caridad". En 1843 vio que su Sociedad tenía que ser plural y admitió Sacerdotes y Hermanos que trabajaban en las obras de asistencia y en tareas de predicación.
En 1846 se abrió una casa de la Obra en Londres. En la Revolución de 1848, que ensangrentó Roma y en la que tuvo que huir el Pontífice fue señalado como enemigo de la República por ser partidario del Papa y hubo de esconderse.
Su salud se deterioró rápidamente y en 1850, el 22 de Enero, falleció en Roma, víctima de una neumonía. Pío XII le Beatificó el 23 de Enero de 1950 y Juan XXIII le canonizó el 20 de Enero 1963.
Entre sus escritos quedaron algunos libros para fomentar la piedad: "Dios, el amor infinito". "Pía Sociedad del Apostolado Católico", "Mes de Mayo para el Clero regular", "Plegarias" y "Propósitos y aspiraciones".
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